miércoles, 3 de marzo de 2010

HEPATITIS A




¿Qué es la hepatitis A?
La hepatitisA es una enfermedad del hígado altamente contagiosa y algunas veces grave causada por el virus de la hepatitis A. Antes se le llamaba hepatitis infecciosa, pero ahora se le conoce popularmente como hepatitis A. Aproximadamente una tercera parte de los estadounidenses han estado expuestos a la hepatitis A.

La hepatitisA no produce una infección crónica, pero la recuperación completa de la hepatitis A puede ser lenta. En los pacientes adultos que tienen hepatitis A, la enfermedad puede durar al menos un mes con un tiempo de recuperación de hasta seis meses. El 15 por ciento de los pacientes pueden tener una recaída de la enfermedad y pueden estar incapacitados durante un período de seis hasta nueve meses. Se calcula también que el 15 por ciento de los pacientes requieren hospitalización como consecuencia de la hepatitis A.

Medidas de prevención durante los viajes
Evite beber agua del grifo no tratada o usar cubitos de hielo.

Beba y lávese los dientes utilizando sólo agua hervida o embotellada.

No coma las frutas sin pelar, ensaladas, vegetales no cocinados o mariscos crudos (por ejemplo, almejas, ostras y mejillones).

No coma alimentos ni tome bebidas (excepto bebidas embotelladas comercialmente) compradas a vendedores ambulantes.

La hepatitis A podría también evitarse mediante la vacunación con inmunoglobulina (IG) o con la vacuna contra la hepatitisA.

La IG contiene anticuerpos (o proteínas protectoras) contra el virus de la hepatitisA. La IG es relativamente barata y proporciona protección a corto plazo contra la hepatitisA (generalmente de tres a cinco meses).

La vacuna contra la hepatitisA ayuda a proporcionar protección a largo plazo contra la hepatitis A. Un estudio demostró una resistencia de por lo menos 4 años.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis A?
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la hepatitis A. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas de la hepatitis A a menudo se parecen a los de la gripa. Los síntomas pueden incluir los siguientes:

Fiebre.
Escalofríos.
Sensación de debilidad general.
Pérdida del apetito.
Náusea.
Malestar abdominal.
Orina oscura.
Diarrea.
Ictericia - color amarillo de la piel y de los ojos.
En algunos adultos, y en los niños, especialmente en los niños menores de 6 años de edad, a menudo no hay ningún síntoma. Los síntomas de la hepatitis A pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Consulte siempre a su médico para el diagnóstico.

¿Qué causa la hepatitis A?
Este tipo de hepatitis se propaga normalmente por el contacto oral-fecal, o a través de alimentos y del agua infectados con heces, y podría también propagarse a través de la infección transmitida por la sangre (lo cual es poco común). A continuación se enumera una lista de los modos de transmisión de la hepatitis A:

Consumir alimentos hechos por alguien que tocó heces infectadas.
Beber agua contaminada con heces infectadas (un problema en los países en vías de desarrollo donde la eliminación de las aguas residuales es deficiente).
Tocar heces de una persona infectada, lo que puede ocurrir al lavarse mal las manos.
Podrían producirse brotes en guarderías grandes especialmente cuando hay niños que usan pañales.
Los residentes de las reservas indias americanas o pueblos nativos de Alaska donde la hepatitis A puede ser más común.
Contacto sexual con una persona infectada.
Normalmente, el contacto casual en la escuela o en el lugar de trabajo no provoca la diseminación del virus.

¿Cuáles son los factores de riesgo de hepatitis A?
Los niños, los adolescentes y los adultos que corren un riesgo más alto de contraer la hepatitis A incluyen los siguientes:

Las personas que viajan a áreas donde la hepatitisA es prevalente, incluyendo pero sin limitarse a áfrica, Asia (excepto Japón), los países Mediterráneos, Europa del este, el Oriente Medio, Centro y Sudamérica, México y partes del Caribe.
Las personas que viven en o se vayan a mudar a cualquier comunidad de Estados Unidos o del extranjero donde haya habido uno o más brotes registrados de hepatitis A en los cinco últimos años.
El personal militar.
Las personas que practiquen actividades sexuales de alto riesgo.
Las personas que usen drogas ilegales por vía intravenosa (su sigla en inglés es IV).
Los hemofílicos y otras personas receptoras de productos sanguíneos terapéuticos.
Los empleados de guarderías.
Los trabajadores de instituciones de cuidado.
El personal de laboratorio que manipule el virus vivo de la hepatitis A.
Las personas que manipulen primates que pueden ser portadores del virus de la hepatitis A.
Algunas veces, la hepatitis A se llama la enfermedad del viajero porque es la infección que se produce con más frecuencia en los viajeros, y es una infección que se puede prevenir con una vacuna. No obstante, es posible infectarse con el virus de la hepatitis A sin salir de Estados Unidos. Algunos casos denunciados en Estados Unidos se dieron en personas que no tenían factores de riesgo identificables.

Prevención de la hepatitis A:
Además de evitar los comportamientos arriesgados, existen dos métodos para la prevención de la hepatitis A:

La inmunoglobulina
un preparado de anticuerpos que se administra antes de la exposición al virus de la hepatitis A y justo después de la exposición.
La vacuna contra la hepatitis A
Los investigadores del Instituto Nacional de las Alergias y las Enfermedades Infecciosas (National Institute of Allergy and Infectious Diseases, NIAID), lograron descubrir los genes que provocan que la hepatitis A sea tan virulenta. Sin embargo, cuando alteraron esos genes para debilitar al virus, éste rápidamente volvió a su forma infecciosa natural, lo cual dificulta la creación de una vacuna mejorada. Actualmente, la vacuna consiste en virus muertos de hepatitis A. Debido a que ésta no se administra de forma rutinaria, por favor consulte a su médico si usted tiene cualquier duda respecto a su uso.
Los Centros para la Prevención y el Control de las Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, su sigla en inglés es CDC) recomiendan la vacuna contra la hepatitis A para los siguientes grupos que corren el riesgo de contraer la infección, así como también para cualquiera que quiera recibir la vacuna:

Las personas que vayan a viajar o a trabajar en países con índices altos o intermedios de hepatitis A.
Los niños de comunidades que tengan altos índices de hepatitis A y brotes periódicos de la enfermedad.
Los hombres que tengan relaciones sexuales con hombres.
Los consumidores de drogas ilegales.
Las personas con riesgo de contraer la enfermedad a través de su trabajo.
Las personas que tengan una enfermedad crónica del hígado.
Las personas que tengan trastornos del factor de coagulación, como la hemofilia.
¿Cómo se diagnostica la hepatitis A?
Además del examen y la historia médica completa, se necesita un examen de sangre denominado IgM anti-VHA para diagnosticar la hepatitis A.

Tratamiento de la hepatitis A:
El tratamiento específico de la hepatitis A será determinado por su médico basándose en lo siguiente:

Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
Qué tan avanzada está la enfermedad.
Su tolerancia a ciertos medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
Su opinión o preferencia.
La mayoría de las personas se recuperan de la infección de la hepatitis A sin intervención médica; sin embargo, se podrían sugerir algunos medicamentos y el reposo en cama

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