viernes, 26 de febrero de 2010

EL APARATO DIGESTIVO




En el humano, el aparato digestivo consta de un conducto a lo largo del cual se disponen diversos órganos y estructuras, que son atravesados por el alimento durante su proceso de transformación, más las partes por las que pasa la porción sólida de los alimentos que es expulsada como desecho. Los constituyentes básicos del aparato digestivo humano son la boca, la faringe, el esófago, el intestino delgado y el intestino grueso, el hígado, el páncreas y la vesícula biliar. Las glándulas que segregan los jugos digestivos son las glándulas salivares y las glándulas gástricas.

La boca conforma la apertura anterior del aparato digestivo y es la cavidad por la que penetra el alimento. La cavidad bucal queda delimitada por el paladar en la parte superior y la lengua. Esta última, se encarga de mezclar la saliva con el alimento, previamente triturado por los dientes y muelas.

La faringe es un conducto muscular membranoso que comunica la boca con el esófago. Su función es importante tanto en el sistema digestivo como en el respiratorio, por ello, pasan a través de el tanto aire como alimentos.

El esófago es el conducto que une la faringe con el estómago. Mide aproximadamente 25 cm de largo por 4 cm de diámetro y es un órgano muscular encargado de conseguir que el alimento pase desde la faringe hasta el estómago mediante contracciones musculares.

El estómago es un depósito que recibe los líquidos y los sólidos ingeridos que provienen del esófago. Se ubica a la izquierda del organismo, en la zona superior del abdomen. Tiene dos orificios: el cardias, que lo comunica con el esófago, y el píloro, que lo une al intestino delgado. Las paredes del estómago son musculosas y su interior se encuentra revestido de numerosas glándulas gástricas que segregan ácido clorhídrico y enzimas. La función de esas sustancias es favorecer la digestión de los alimentos y hacer que éstos adquieran consistencia líquida, para pasar al intestino delgado.

El intestino delgado es la parte más larga de todo el aparato digestivo, con una longitud de unos seis metros. Está formado por tres partes: Duodeno, Yeyuno e Íleon. Las principales funciones que desempeña el intestino delgado son el avance del alimento procedente del estómago, el desarrollo de la fase terminal de la digestión con jugos que segregan tanto sus propias glándulas como otras accesorias del hígado y páncreas, y por último, la absorción de los productos alimenticios que se liberan en la digestión para que pase a la sangre y, a través del torrente circulatorio, sean transportados a los lugares del organismo donde sean necesarios.

El intestino grueso es la última porción del aparato digestivo, integrado por el ciego, el colón y el recto. El ciego es la parte que comunica el intestino delgado a través de la válvula ileocecal, y en la que se encuentra el apéndice. El colón se subdivide en cuatro secciones: colon ascendente, el transverso, el descendente y el sigmoide. La función básica del intestino grueso es la absorción del agua de los líquidos que no han sido asimilados en el intestino delgado y también los electrólitos. Además almacenan las sustancias sólidas de desecho hasta que son excretadas.

El páncreas está situado detrás del estómago y resulta imprescindible para la vida.

Su fisiología se centra en la secreción de sales alcalinas con el objeto de poder neutralizar los ácidos del estómago, así como las enzimas necesarias para la digestión. Por otra parte desempeña un papel decisivo en la producción de hormonas.

El hígado es el órgano mas grande del cuerpo. Su peso es de 1.5 Kg. aproximadamente. Su principal función es la secreción de bilis, una solución líquida y viscosa indispensable en la emulsión y absorción de las grasas.

La vesícula biliar se encuentra bajo el hígado y sujeta a éste, sirve para almacenar la bilis. La bilis, producida por el hígado, pasa a la vesícula biliar a través de un pequeño tubo llamado conducto cístico. Las paredes musculares de la vesícula biliar absorben el exceso de agua y, cuando es estimulada, se contrae y manda la bilis concentrada a través del conducto biliar hasta el intestino delgado, donde ayuda a la digestión

No hay comentarios:

Publicar un comentario